Este nuevo año comenzó un poco diferente en nuestro amado Puerto Rico, el 7 de enero un terremoto nos sacudió y muchas familias en el área sur han sido gravemente afectadas. Ha sido un tiempo de mucha incertidumbre, miedo, desesperación y desasosiego pero ciertamente creemos que Dios es nuestro refugio, auxilio y paz. Sin embargo, no podemos invalidar lo que sentimos y mucho menos minimizar lo que está sucediendo; nos toca ser empáticos, solidarios y serviciales. Estos eventos nos hace recordar la fragilidad de la vida, la importancia de ser cada día mejores personas y que podamos tener un corazón conforme a su corazón.
Este tiempo pasará, veremos el amor y la fidelidad de Dios porque Dios nos ama y solo Dios basta. No obstante, debemos continuar con la preparación, mantener la calma y asumir una actitud de fe y esperanza. En estos días mi corazón está con mis hermanos del área sur y con todos los que han experimentado pérdidas físicas y emocionales, episodios de ansiedad, ataques de pánicos y miedo a que continúen los temblores. Creo que es el momento oportuno para orar por ellos pero también para accionar, consolar, levantar, amar y servir.
Aunque es muy duro ver a las personas durmiendo al intemperie, niños fuera de sus hogares y hasta celebrando su día de cumpleaños en un estacionamiento o en una caseta, quiero alentarles a orar y a accionar. También a ser sabios, continuar alertas pero tratar de identificar espacios donde puedas canalizar tus emociones y redirigir tus pensamientos. Dice la palabra de Dios: Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado (Isaías 26:3). Por lo tanto, es momento de orar y descansar en el Señor.
Por otro lado, deseo compartir unas recomendaciones generales para las familias, que no sustituyen la asistencia emocional y espiritual que puedan necesitar:
Prepara tu mochila (por el momento aunque sea con lo que tengas en tu casa).
Habla con tu familia del plan de acción y puntos de encuentros.
Háblale a los niños de lo que está ocurriendo, puedes leerles este cuento: https://youtu.be/fDa3sK9SyQ8
Haz cosas que te ayuden a distraerte y que provoquen paz: leer un libro, la Biblia, escuchar una alabanza, escribir, etc.
Elimina todo lo que te angustia o causa ansiedad: ver demasiado facebook, escuchar tantas noticias, entre otros. Aunque es importante, si eso te esta causando ansiedad, es necesario desconectarte.
Si estás bien y puedes ayudar a otras familias; sé empático, solidario y sirve a los más necesitados.
Si necesitas ayuda adicional te puedes comunicar
Unidad de Salud Mental San Jorge para niños y jóvenes: 1-844-752-4453.
Línea PAS- ASSMCA: 1-800-981-0023.
Si deseas aportar para nuestros hermanos del sur, me puedes escribir al inbox de facebook o siembralabuenasemilla@gmail.com.
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Con cariño, Verónica ❤️